“Ningún arte es más elevado que el cielo.”
1936. Llueve en las calles, en un lugar del sur de China. Varios hombres
luchan intensamente y acaban quedando dos de ellos; y uno es Ip Man, que acaba
siendo el vencedor. Este comienza a recordar su vida en el pasado.
Este es el arranque de la película The Grandmaster (2013),
dirigida, coescrita y coproducida por el hongkonés Wong Kar-wai.
The Grandmaster, una buena historia con todo el estilo de Wong Kar Wai. Tony Leung trabaja muy bien, hasta su voz es distinta. #mustwatch
— Tatiana Sotres (@tsotres) enero 16, 2014
Este largometraje trata de la vida del entrenador de Bruce Lee, Ip Man, un maestro de kung fu. Se refleja desde su infancia
cuando el maestro Chan
Wan-shun le introduce en las artes marciales, hasta su muerte. Hasta
los cuarenta años, cuenta él mismo, tuvo una vida fácil. Todo esto ocurre bajo el
contexto histórico de la invasión
japonesa.
Durante todo ese tiempo, no solo descubre el poder del kung fu sino
también el amor, la fe y el honor, entre otros valores; y estos son en efecto los principales temas tratados en la historia.
“¿Si no ves algo, entonces no existe?”
The Grandmaster: Belleza en estado puro! La historia, lo de menos
— MaryJoeSoto (@MaryJoeSoto) enero 17, 2014
La puesta en escena de The Grandmaster es probablemente la apuesta
más importante de esta producción. La realización está muy cuidada a nivel
estético. Se hace un uso repetido del slow motion o cámara
lenta, que remarca cada movimiento de la lucha de forma precisa.
La estética de la película se caracteriza también por los planos detalle que se introducen
periódicamente. La utilización del ritmo también es
esencial; pues se acrecienta en los momentos intensos de lucha y se rebaja en
las secuencias más narrativas.
The Grandmaster es un poema visual lleno de misterios por resolver. La condensada definición del estilo de un autor colmado de sensibilidad.
— David Tejero (@malpaso79) enero 18, 2014
La dirección de fotografía, llevada a cabo por el francés Philippe Le Sourd, acompaña de forma acertada
a esa puesta en escena. La poca profundidad
de campo mantiene la atención en detalles determinados en cada plano
de la película. El trabajo de Le Soud ha sido ya reconocido con una nominación al Oscar por su trabajo aquí.
En cuanto a los colores, son
dependientes del nivel dramático en cada escena. Cuando hay exteriores y lluvia
y se produce un combate, prevalecen el blanco y el negro. En las escenas de interior destaca el amarillo
intenso cercano al dorado. En Asia, este es el color imperial, y suele estar
asociado al coraje y a la fuerza.
La delicadeza y la poesía de Wong Kar-Wai aparece en la magistral "The Grandmaster". Se delata como incompleta y a la vez hermosísima.
— CIUDADANO NOODLES (@citizennoodles) enero 17, 2014
Por otro lado, lo más interesante del guion es la filosofía de vida que
transmiten en los diálogos de los personajes. La estructura de dicho guion se basa en sucesivos saltos en el
tiempo, que permiten abarcar un periodo
tan extenso como es la vida del protagonista.
Se incluyen algunas metáforas y una
abundante simbología a lo largo
de toda la cinta, tanto en el guion como en el plano más visual.
“Cada desafío conduce a una cima más alta.”
The Grandmaster es una pelicula preciosista...pero no he encontrado su alma.
Vamos, que quitando una escena, me ha dejado mas bien frio.
— SpanishBizarro (@SpanishBizarro) enero 16, 2014
Como dato de curiosidad; estaba previsto que el rodaje de la película durase seis meses,
pero finalmente se prolongó durante más de dos años.
En definitiva, The Grandmaster no es una masterpiece (obra de arte), aunque la
intención de la película es buena. Puede llegar a hacerse pesada ante la
insistencia en ciertos momentos y la prolongación del filme más de lo adecuado.
Si hay que quedarse con algo, eso sería sin duda la estética que se ha
conseguido, muy adecuada a cada instante.
“Equivócate y caerás; permanece en pie y habrás ganado, ¿no es cierto?”
The Grandmaster
LAS
OPINIONES SON RESPETABLES PERO DEBATIBLES
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