“Era como meterse adrenalina en vena.”
Jordan Belfort ganó 49 millones de dólares. Tiene 22 años y un Ferrari
blanco, una súper mansión, una mujer modelo e hijos. Declara su adoración a las
drogas y al dinero.
“Si tienes una buena cantidad de esto, te conviertes en invencible.”
Así es como comienza The Wolf Of Wall Street (2013), o El lobo de
Wall Street para los hispanohablantes; la nueva película
coproducida y dirigida por Martin
Scorsese, el autor de películas tan memorables como Taxi Driver (1976), Uno de los
nuestros (1990), La edad de la inocencia (1993), Infiltrados (2006) o La
invención de Hugo (2011).
No esperaba tanto de "El lobo del Wall Street", de verdad me gusto mucho. Pobre Di Caprio, a ver si ya un año de estos le dan su Oscar...
— Roberto Mora (@RobertMora28) enero 25, 2014
Jordan Belfort es un
hombre que se adentra en la vida de los negocios en Wall Street. En 1987 se convierte en agente bursátil, pero la
empresa para la que trabajaba acaba quebrando y le despiden. De ahí pasa a Long Island, un lugar con menos glamour donde
se dedica a vender acciones a peniques, y rápidamente consigue una buena suma
de dinero gracias a las tácticas aprendidas en su anterior experiencia.
En ese momento decide iniciar una aventura de negocio por su cuenta y acercándose así a la riqueza, al
lujo, a las drogas y a la mala vida; o la buena depende de cómo se mire. Todo
esto es un pretexto para tratar temas como los excesos, el pecado, la lujuria, el éxito o el fracaso.
No comparto el entusiasmo generalizado por El lobo de Wall Street. Tiene momentos muy brillantes pero se me ha hecho pesadísima y demasiado
— MariFG (@mcfunezg) enero 25, 2014
La realización de este
filme es uno de sus puntos fuertes. Con un ritmo muy dinámico, está bastante depurada a nivel formal. Es una
película que trata directamente y de forma cercana con el espectador, a través
de una voz en off que narra desde
el presente lo que le pasó al protagonista en el pasado. También es directa, y el ejemplo más claro son las
miradas a cámara. De este modo, hay un diálogo constante con el que está viendo
la película.
El guion está
escrito por Terence
Winter basándose en la novela autobiográfica de Jordan Belfort que lleva el mismo nombre
que la película. En cuanto a estructura, el guion es lineal, aunque comienza
con un flashforward, es decir, un avance de lo que llegará más adelante.
“El lobo de Wall Street”. muy buena película aunque se me ha hecho muy larga. Di Caprio sobresaliente
— Pierre Leroy (@PierreLeroy_) enero 25, 2014
El problema llega con
aquello de lo que el guion trata y de cómo eso se lleva a la pantalla. La
película refleja un modo de vida nada extraño para algunos, soñado para otros,
y detestado por unos cuantos. Es un exceso absoluto, la lacra
de la sociedad, la inmundicia, y no hablamos precisamente de los indigentes
sino más bien todo lo contrario.
Al final de la película se puede descubrir que se trata de una sátira, el problema es que algunos no se
darán cuenta y se quedarán con el mensaje inicial; con que la vida de Jordan es
lo mejor que te puede pasar, lo más alto a lo que puedes llegar. Por ello, en
ciertos momentos parece que se idealiza la figura de este personaje, y más aun
teniendo en cuenta que la lleva a cabo alguien como DiCaprio.
Si sueñas con ser como el Lobo de Wall Street neta que no distingues la ficción de la realidad...
— Giraldus (@BuenJerry) enero 25, 2014
La interpretación de
Leonardo es sublime. Empecemos por ahí para hablar del reparto. El trabajo que
hace en esta cinta es difícil de encontrar, y es que DiCaprio se sale. Se sale de la pantalla y te
habla directamente, y te cuenta su historia con toda la confianza del mundo,
sin ningún tapujo.
El elenco de esta pieza es muy completo, pero por mencionar solo algunos
ejemplos citaremos a Jonah Hill en el papel
de Donnie Azoff, la atractiva Margot
Robbie en el de Naomi Lapaglia, el también director Spike Jonze en el de Dwayne, Matthew McConaughey como el jefe Mark Hanna o
el francés Jean
Dujardin interpretando a Jean-Jacques Saurel.
Creo que no se debió llamar "el lobo de wall street" sino "detalles de los excesos del lobo de wall street". Puro voyerismo y poco fondo
— Patricia Gomez (@Pattygove) enero 25, 2014
Como dato de curiosidad, el actor
Jonah Hill solo cobró 60.000 dólares por su gran trabajo en esta película; y es
que él mismo ha declarado que por trabajar con Martin Scorsese si hace falta daría todo lo que tiene. Se trata de
una cifra baja, teniendo en cuenta que DiCaprio podría haber cobrado diez
millones de dólares.
Algunas escenas de El lobo de Wall Street han sido censuradas por algunos países como en India,
o prohibida al completo en otros casos como Malasia, Nepal y Kenia; y es que
los excesos llegan hasta el punto de ser la película con más blasfemias o
palabrotas.
Ya he visto El Lobo de Wallstreet. Guión vacío que no lleva a ningún final con un mínimo de sutancia.
— Mecagüen Buda (@mecaguenbuda) enero 25, 2014
Llama la atención el continuo homenaje a la cultura audiovisual americana. Se muestran fragmentos de series míticas como
El príncipe de Bel Air, o películas como Charlie y
la fábrica de chocolate (2005), donde por cierto también aparecen los pecados
capitales. Está claro que las elecciones no son fortuitas.
En pocas palabras. Si hay que ver
El lobo de Wall Street es por el trabajo de su
actor principal, y en este caso, es una película para ver en el cine. Si no hay que verla, es por las discriminaciones
que se hacen a algunos grupos sociales, y por la apología de la violencia,
escondida bajo el pretexto de ayudar a los demás.
“La
cuestión es elegir al equipo adecuado y luego tu vida puede cambiar.” El lobo
de Wall Street
LAS
OPINIONES SON REPETABLES PERO DEBATIBLES
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