“Creer
en todo al mismo tiempo es como creer en nada en absoluto”
Jirafas entre la vegetación, flamencos, monos, cebras, periquitos,
jabalíes, un oso, etc. Todos estos animales están en un zoo.
Así comienza “La vida de Pi”, originalmente titulada “Life Of Pi”; una
película americana dirigida y co-producida por el taiwanés Ang Lee. Se trata de
la décimo-tercera cinta dirigida por Lee a lo largo de su trayectoria
cinematográfica. Este director también ha trabajado anteriormente como
guionista, productor, editor y actor. Estre sus obras más conocidas se
encuentran “Sense and Sensibility”, “Brokeback Mountain”, “Hulk” o “Hidden
Dragon”.
Este largometraje, basado en la novela homónima de Yann
Martel, cuenta la historia de Piscine
Molitor Patel, apodado “Pi” en referencia al símbolo matemático que equivale a
3,1416. Este chico se crio en un zoo; concretamente en el zoo que fundó su
padre. La familia de Piscine seguía la religión hindú, pero en un momento
determinado, Pi conoce otras religiones y también se hace seguidor. Sus padres,
a pesar de advertirle, le dan libertad: “Tú serás el que decida en qué creer”.
Llega un día en el que los adre de Pi
deciden vender el zoo y abandonar India, y esto le afecta gravemente a Pi pues
hacía poco tiempo que había conocido a una chica de la que se había enamorado.
A partir de que la familia parte hacia América, Pi comenzará un viaje lleno de
aventuras en el que tendrá que luchar y enfrentarse al destino.
En cuanto al tema. No cabe duda de que “La vida de Pi” es
una reflexión sobre la fe y la religión. Por otra parte, también trata del amor
a los animales y de la relación de estos con los seres humanos. “Los animales
tienen alma; lo he visto en sus ojos”.
Cartel español de "La vida de Pi" |
Temporalmente, la película se puede dividir en dos etapas;
la de la infancia y adolescencia de Pi y la de este personaje como adulto.
Precisamente, se pueden ver escenas de ambas etapas intercaladas a lo largo de la
duración de la película. En el momento que se correspondería con el tiempo
actual, Pi le está contando su vida a un novelista, pero hay dos versiones
diferentes. Una de ellas es más realista y en la otra abunda la fantasía. En
esta ocasión se vuelve a plantear el tema principal, pues el novelista tendrá
que decidir si quiere la versión más afín realidad o la versión en la que es
más difícil creer.
A algunos espectadores les parecerá de hecho que “La vida de
Pi” tiene demasiada fantasía, pero en realidad está justificada porque es el
tema del filme. De hecho, en los diálogos se expresa con estas palabras: “Ya no
distingo las fantasías y los sueños de la realidad”.
En cuanto a la dirección de arte, es ciertamente destacable,
y se puede calificar como llamativa por esa puesta en escena tan uniforme.
Predominan los colores azul, naranja y blanco. Los dos primeros son colores
opuestos, y como tal se pueden interpretar como el conflicto entre la fe y la
incredulidad. En cuanto al blanco, puede ser interpretado como la pureza o la
religión.
En cuanto al reparto, hay que comenzar por los actores que
encarnan a Pi a lo largo de su vida. Comenzando por el de menos edad se
encuentra Gautam Belur, que interpreta al chico cuando tiene seis años. Ayush
Tandon hace de Pi a la edad de trece años. Suraj Sharmahace el papel de Pi
cuando tiene dieciséis años y, finalmente, Irrfan Khan interpreta al personaje
adulto. Por otra parte, Tabu interpreta a Gita Patel, la madre de Pi y Addil
Hussain al padre. También aparece el actor francés Gérard Depardieu en el papel
del cocinero o Rafe Spall como el escritor.
Como aspecto negativo de la cinta, se podría destacar quizás
la excesiva extensión del segundo acto, es decir, que en algunos momentos su
viaje en la barca se hace repetitivo para el espectador.
Como valoración personal y subjetiva, “La vida de Pi” le parece
al que aquí escribe bastante manipuladora, pues trata de persuadir sobre la
creencia en Dios. De todos modos, esto es algo que ha decidido el director y
este no es momento de ponerlo en cuestión.
“La vida de Pi” estaba nominada a once galardones en los
premios de la Academia de Cine norteamericana, de los cuales obtuvo cuatro,
incluyendo el d mejor director. En los Globos de Oro tenía tres nominaciones,
de las que consiguió un premio. Además, ha conseguido muchos otros
reconocimientos de festivales de todo el mundo.
“Al final Dios no le salvó; la medicina oriental sí” La vida de Pi
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