“En la vida no hay que lamentarse ni engañarse.”
El joven Guillaume frente al espejo. Se prepara para una actuación. Anda
entre bambalinas arrastrando los pies hasta que llega al escenario. Al llegar,
abre un abanico y llama a su madre.
“Empezamos dentro de cinco minutos. A escena, por favor, a escena.”
Así son los primeros minutos de Guillaume y los chicos, ¡a la mesa! (2013), la
comedia francesa escrita, dirigida y protagonizada por Guillaume Gallienne. Se trata de su debut en la
dirección, pero cuanta con una larga trayectoria como actor de Cine y Teatro.
"Guillaume y los chicos... ¡A cenar!" Me ha parecido un despropósito, un intento fallido de algo inexplicable. No he entendido casi nada.
— Pablo Somavilla (@Sharkpaul89) April 19, 2014
La película trata de las peripecias de Guillaume en su juventud desde el momento en el que decide
que quiere viajar a España de
vacaciones y le llevan a la Línea de la Concepción, donde le enseñan a bailar
sevillanas.
Guillaume tiene una gran complicidad y conexión con su madre, de hecho a veces le suplanta la
identidad; en cambio tiene grandes diferencias con su padre y sus cuatro
hermanos.
"Guillaume y los chicos, ¡a la mesa!"
me ha descolocado un poco al principio, pero me ha parecido genial.
Otro punto de vista. Original.
— Miss Take (@CherryVonBoom) April 19, 2014
Temáticamente hablando, la película se centra en varia cuestiones, pero
destacan la sexualidad y el
concepto de familia. El primer
tema es el que
marca la vida del protagonista, aunque él no sea del todo consciente.
El problema está
precisamente relacionado con este tema de la sexualidad, pues se trata de un
joven que se siente mujer, pero esto se trata de tal manera que se acerca al esperpento, a lo caricaturesco y exacerbado
de la realidad; y eso crea cierta confusión, introduciendo además momentos de
surrealismo.
Respecto a esto último, hay que especificar que se muestra por un lado lo
que sería la realidad (que se construye en la mente del espectador), y por otro
la realidad de Guillaume (la más surrealista); y el
contraste entre ambas es el que da como resultado un tono cómico en la película.
"Guillaume y los chicos,¡a la mesa!" o el armario que queda por derribar.
No recuerdo cuando me reí tanto en una sala de cine.
— Javier Abellán (@AbellanAguilar) March 31, 2014
La realización es algo confusa, pues no llega a definir un estilo
concreto, aunque sí es verdad que hay momentos de lucidez, como la escena de la
piscina.
Sin duda, lo más plausible del film son las interpretaciones de Guillaume
Gallienne. Sí, en plural porque él lleva a cabo dos papeles, el de Guillaume y el de su madre.
Este desdoblamiento tiene su mérito, pues
no es fácil reconocerlo si no tienes esta información antes de ver la
película.
Maravilloso guión e interpretación en la película 'Guillaume y los chicos !a la mesa!'. Pedazo de obra.
— Laura C. Izquierdo (@lauraciz) April 4, 2014
Finalmente, como apunte nos queda incitaros a ver la película en versión original (en el caso
de que penséis verla), pues con el doblaje se crean
incongruencias. Por ejemplo, los problemas de comunicación que tiene Guillaume
cuando llega a España desaparecen cuando en el doblaje todos hablan español.
“Guillaume". Un drama presentado en forma de comedia sobre el complejo de Edipo, la identidad sexual. Excelente Guillaume Gallienne! #cine
— Sergio Zamora (@sergiozse) April 17, 2014
En definitiva, Guillaume y los chicos, ¡a la mesa! es una
apuesta un tanto personal y algo arriesgada que puede dividir las opiniones del
público, mientras que los galardones que recibió en los Premios César son algo cuestionables.
“¿Qué me dices? Sencillo pero de buen gusto.” Guillaume y los chicos, ¡a la mesa!
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LAS
OPINIONES SON RESPETABLES PERO DEBATIBLES
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