“Siempre
encuentran soluciones. Nosotros solo problemas”
Un hombre
en un barco espanta a las gaviotas. Busca pescado en su red, pero solo ha
capturado basura. Jafar vuelve a la costa para vender su escasa pesca. Cuando
llega a casa le miente a su mujer diciendo que ha tenido una buena recaudación.
Al día siguiente se vuelve a adentrar en el mar y lo que consigue atrapar es un
cerdo vietnamita.
Así
comienza Un cerdo en Gaza (2011), titulada originalmente Le cochon
de Gaza; una
película belga-germano-francesa escrita y dirigida por Sylvain Estibal.
El prota de "un cerdo en Gaza" (buena pinta) lo fue también en "la banda nos visita" que me encantó
— Amalia Blanco (@AmaliaBlanco2) noviembre 9, 2013
Este filme
trata de las aventuras de Jafar, un pescador palestino, pesca en
su red un cerdo. Al practicar la religión musulmana, el hombre no quiere
acercarse al cerdo, y rápidamente buscará una forma de deshacerse de él,
aunque será más complicado de lo que él pensaba. Trata de venderlo, de matarlo,
lo mete en su casa, etcétera. Un día se entera de que en Israel, el pueblo
enfrentado, crían cerdos. En ese momento trata de ponerse en contacto con
alguien de la otra parte de la frontera y negociará su venta, o al menos hará
lo que pueda teniendo en cuenta el riesgo que supone en su país.
Tras esta
trama con situaciones cómicas, se esconde un trasfondo político y social. Se
trata del polémico conflicto que existe actualmente entre los
palestinos y los israelíes. Dentro del ámbito político, también se introduce
brevemente el papel de los medios de comunicación, mostrándose de forma
explícita con la aparición de Obama en la televisión.
Llega "Un cerdo en gaza", simpática #película rebosante de optimismo - Muchas ganas de verla - http://t.co/CjYVvSfA7k
— Miguel G Ferrera (@migarfer) noviembre 9, 2013
También se
hace una reflexión secundaria sobre la sociedad y en concreto la familia de sus
habitantes. Por otro lado podemos encontrar que en realidad se trata de un
canto o un ensalzamiento de la paz.
Una clave
del guion es conseguir desencadenar una historia a partir de algo tan
anecdótico como un cerdo. Además, los personajes están bien desarrollados, de
forma que cada uno representa además un conjunto de ideas o un grupo social del
país al que pertenece. Por ejemplo, el protagonista representa la clase baja de
Palestina, pues se trata de alguien modesto que trabaja mucho pero apenas tiene
recursos para sobrevivir. En el lado opuesto se podrían situar los militares,
que le hacen la vida más complicada y representan la autoridad. Sin embargo,
Yelena, la mujer ruso-israelí con la que trata, tiene más en común con Jafar a
pesar de que la política les enfrente.
Un cerdo en Gaza, una opera prima deliciosa, con un sentido del humor inteligente y optimista http://t.co/l4csH0qz4G
— Juan P. Delgado (@jpdelga) noviembre 8, 2013
Poco hay
que destacar de la realización de este filme. Simplemente se
podría decir que es eficaz porque consigue transmitirnos el mensaje con vigor.
El azul y
los colores tierra y amarillentos son una constante de la dirección
de fotografía en esta cinta. Son colores complementarios, por lo que se
podrían interpretar precisamente como la confrontación que existe entre los dos
pueblos.
UN CERDO EN GAZA es tan ligera, bienhumorada, costumbrista y efectiva en su crítica-retrato social como el mejor Berlanga de los años 50...
— Fausto Fernández (@faustianovich) noviembre 8, 2013
Una
película como esta tiene (o debería tener) un gran interés. Por un lado, en los
lugares a los que afecta directamente la trama, Palestina e Israel, donde
además debería tener una repercusión a nivel político porque podría
concienciar a los ciudadanos del problema que existe y de la solución que se
propone en el film.
Por otro lado, desde la visión europea o de otros
continentes es interesante porque nos abre las puertas a un mundo que a veces
nos resulta oscuro y del que solo nos hacemos una idea a partir de las imágenes
que nos muestran en televisión. Eso sí, para entender mínimamente Un
cerdo en Gaza hay que tener conocimiento al menos de cuál es el
conflicto que existe entre los dos países.
'Un cerdo en Gaza' puede ser lo mejor para reírse de las luchas absurdas por un trozo de tierra, un domingo por la tarde. Buenísima.
— Gurutze (@Gurutzeikz) abril 21, 2013
Al igual
que un cerdo en Palestina es algo tentador o incitador,
la película también lo es por conseguir tratar un tema tan delicado de una
forma tan sugestiva. De este modo el espectador no ve la película sufriendo por
la amarga realidad, pero sí se le hace consciente del problema que existe. En
definitiva, es una película sin grandes ambiciones pero con una gran historia
como reclamo.
“Tienes que
dar ejemplo. Tienes que hacernos soñar.” Un cerdo en Gaza
LAS OPINIONES SON RESPETABLES PERO DEBATIBLES
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