“Intenta no hablar. Intenta solo escuchar o pensar, para variar.” Shame
Brandon tumbado en la cama. Coge el metro para ir al trabajo, y en el
camino se queda mirando a una mujer, la sigue, pero ella acaba desapareciendo
entre la multitud. Llama a una prostituta en su casa. Se hermana le llama
continuamente y deja mensajes en el contestador. Ya en el trabajo, le informan
a Brandon de que su ordenador tiene virus.
Así es el comienzo de Shame (2011), el filme dirigido por Steve McQueen y escrito también por él junto con
Abi Morgan.
La película trata de la obsesión de
Brandon, un hombre que en su treintena, solo piensa en el sexo. Se pasa el día viendo porno,
masturbándose hasta en el trabajo, teniendo sexo con prostitutas, etcétera.
Llega un día en el que su hermana
Sissy decide instalarse en su casa, invadiendo así su espacio.
Desde ese momento su vida anterior se altera. Ella descubre la doble vida de
Brandon, y él tratará de ponerle fin.
Steve McQueen es un gran director. Pero 12 Years A Slave ni se acerca a Hunger o a Shame, por ejemplo. No es su mejor filme.
— The Governor #22J (@RodrigoLVazquez) February 20, 2014
Así, se transmite una reflexión sobre distintos temas como la adicción, la familia, y por supuesto la vergüenza, que es a lo que se hace mención en el título de la
película. Es precisamente la vergüenza a mostrar el placer carnal, algo así
como un tabú en nuestra sociedad.
Todo ello se traslada a la pantalla con una puesta en escena no solo original, sino también cuidada y
acertadísima. Se caracteriza por un ritmo pausado, un estilo particular y algo
conceptual. Respecto al sexo, se
muestra de forma explícita, pero está justificado por el tipo de historia, que
lo requiere.
Shame, de Steve McQueen o nada de que avergonzarse. Bueno, y que dicen que el método y la disciplina de Michael Fassbender ponen, y tal.
— Oriol Martí Sambola (@oriol_piulant) February 17, 2014
Eso no habría sido posible sin un guion sobre el que sustentarse. Se trata en efecto de otro de los
puntos fuertes de la película, aunque aún hay más. Su interés reside en el
retrato del protagonista y de su compleja vida y psicología. Esto se muestra
más a través de las imágenes que de las palabras. De hecho, en una conversación
se afirma lo siguiente:
“Lo que cuentan son los hechos, no las palabras.”
La estructura está
alterada temporalmente, es decir, que los hechos no se presentan siempre de
forma cronológica. Lo que se hace es basarse en una lógica de los procesos por
los que pasa el protagonista, y es el espectador el que reconstruye la línea de
tiempo.
Una pena que a Steve McQueen se le pueda conocer por "12 años de esclavitud" (anodina) y no por dos maravillas como 'Shame' o 'Hunger'.
— Be Timeless (@BeTimelessBeats) January 29, 2014
El metro se presenta como una metáfora. En
definitiva, la película
es como un viaje; un viaje por la vida de su personaje principal y sus
diferentes fases psicológicas, que se corresponden con las estaciones. Ese tren
es entonces un lugar en el que incluso te puedes quedar encerrado, del que es
difícil salir; y que puede provocar que llegues tarde.
También es simbólico que la película comience y termine en el mismo
lugar, y con una situación prácticamente idéntica, lo cual es muy significativo
para entender la transformación o la inmutabilidad
del protagonista.
Me sigo y me seguiré estremeciendo al ver "Shame", por la película, por Michael Fassbender y pues no hay manera de que sea diferente...
— Ligia García-Béjar (@ligiagbejar) December 19, 2013
Merece la pena detenerse en la dirección de fotografía, una magnífica tarea llevada a
cabo por Sean Bobbitt. Los
momentos en los que prevalece el amarillo coinciden con los momentos más
cálidos, como cuando Sissy canta.
No obstante, lo que prevalece a lo largo de la cinta son los colores fríos, especialmente el azul, y es que
la vida del protagonista es efectivamente fría, y sus relaciones sociales
también lo son. En un determinado momento aparece el rojo, y es cuando el deseo
y la lujuria llegan al límite.
Steve McQueen sigue con record perfecto, Hunger, Shame son obras maestras. Que dicha que esta recibiendo el reconocimiento que se merece.
— Javier Camacho (@Xavier_C) February 21, 2014
Y por último, pero no menos importante está el reparto. Es reducido, pero con unas
interpretaciones soberbias. Michael
Fassbender en el papel de Brandon y Carey Mulligan en el de su hermana Sissy. También podemos ver a James Badge Dale y a Nicole Beharie, y unos pocos más.
En resumidas cuentas, esta es una gran obra con un aire independiente, y
que es difícilmente superable en casi todos sus aspectos. Más original y
alternativa que la posterior 12 años de esclavitud (2013) y,
sin embargo, menos reconocida por la crítica.
Entrada relacionada: Análisis de "12 años de esclavitud"
“No somos malas personas. Solo venimos de un
lugar malo.” Shame
LAS
OPINIONES SON RESPETABLES PERO DEBATIBLES
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