Friday, 15 November 2013

"Solo Dios perdona" por Nicolas Winding Refn

“Eres como un sueño en mi corazón”


Una mujer dedicada a la prostitución muere asesinada. Su padre, Choi Yan Lee, mata al hombre que la asesinó. Lieutenant Chang, un agente de policía retirado condena a Chang cortándole el brazo para que no olvide a sus otras tres hijas.


Así comienza Solo Dios perdona, titulada originalmente Only God Forgives (2013); escrita y dirigida por Nicolas Winding Refn, que es a su vez el autor de la aclamada Drive (2011), además de otras menos conocidas como Fear X (2003), Bronson (2008), Valhalla Rising (2009) o la trilogía de Pusher.

La película trata de un hombre americano llamado Julian que está en Bangkok y vive la muerte de su hermano, que a su vez había matado a una mujer. A partir de ahí entrará en juego su madre Crystal, que viaja al lugar para reconocer el cadáver de su hijo y comienza por su cuenta una venganza contra su asesino a falta de una respuesta de Julian.

Tras esta trama, aparecen dos temas fundamentales: la familia y la venganza. El primero se desarrolla a partir de la difícil relación entre la madre y el hijo, en la que aparecen resquemores del pasado. En cuanto a la venganza, es un elemento constante de principio a fin del film, y entre todos los personajes, aunque cada uno la concibe de un modo diferente.


Sin duda, si esta película tiene un acierto, ese es sin duda la puesta en escena. Se trata, en efecto, de un ejercicio brillante de realización por parte de Winding Refn. Cada plano está medido y compuesto de forma casi milimétrica prevaleciendo la simetría, y los movimientos de cámara son muy uniformes. Demuestra así una gran planificación. El lenguaje cinematográfico es rotundo, conseguido a partir de una técnica depurada.

A partir del análisis de este aspecto, se podría comentar que tiene ciertos rasgos expresionistas, es decir, que el sentido no está en la imagen, es la sombra proyectada por el montaje sobre el plano de la conciencia del espectador; sugieren la idea con la mediación de una metáfora o asociación de ideas. (André Bazin)


La destacada puesta en escena se consigue no solo con la realización sino también con la dirección de fotografía. A grandes rasgos, se puede destacar la utilización de colores primarios: azul, amarillo, rojo, y también verde; todos ellos complementarios entre sí. Además, cabe destacar el gran contraste que existe a lo largo de la cinta. Este tipo de fotografía ya se adelantaba en Drive, la anterior producción del director, aunque ahora se lleva a su máxima expresión.

En definitiva, a partir de la conjunción de realización y dirección de fotografía se consigue un resultado muy estético, que hace que la película se distinga de las películas que solo se sostienen con un guion potente.


Pasando ahora a revisar el reparto, lo primero que hay que mencionar es la presencia del canadiense Ryan Gosling, que ya ha trabajado en una veintena de largometrajes, además de las apariciones en televisión; y que además se ha consolidado como uno de los actores actuales de moda en Hollywood. Su trabajo en esta película no pasa desapercibido. Es el encargado de sacar adelante la trama en su relación con el resto de personajes, aunque el detonante no parte de él, sino de su hermano, y eso le condiciona a Julian en lo que dura la película. Billy tenía todo lo que Julian no podía tener.

También cabe subrayar el trabajo de Kristin Scott Thomas, que hace el papel de la madre de Julian y de su hermano fallecido. Por otra parte, Vithaya Pansringarm actúa como Chang, el Ángel de la venganza. También encontramos a Tom Burke como Billy y a Rathar Phongam como Mai.


La banda sonora, compuesta por música, diálogos y otros sonidos es un trabajo que también sobresale por su originalidad. En primer lugar, la música es un trabajo elaborado por Cliff Martínez, quien también elaboró la música de Drive. Consigue transmitir una emoción muy concreta, que refuerza la labor de la puesta en escena. La utilización del sonido no es nada tradicional, y se aleja del realismo. Tanto los ruidos como las conversaciones solo aparecen cuando son realmente imprescindibles para la historia.

Como curiosidad, en una de las escenas que se desarrollan en un restaurante, hay un primer plano de un ojo que parece un claro homenaje a la película Un perro andaluz de Luis Buñuel.


Para concluir, una de las grandes críticas que ha tenido Solo Dios perdona es la falta de una historia que pueda sostener la película, y es cierto que es un tanto sobria en ese sentido, pero sin duda es recomendable para aquellas personas a las que les guste disfrutar de una buena puesta en escena y que puedan valorar un buen trabajo de realización. Además, consigue revolver las emociones del espectador.

“No eres capaz de ver lo que te conviene; es mejor que no veas.” Solo Dios perdona

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