¿Qué sería del Cine sin los blogueros que se dedican a hablar del séptimo arte?
Los blogueros de Cine, entre los cuales me incluyo, hablamos de las películas, unas veces con comentarios positivos, y otras con comentarios negativos. En mi caso, intento ver siempre lo mejor de cada film. A eso es a lo que algunos llaman crítica. En mi caso, hago análisis de las películas.
Por otra parte, están los periodistas especializados en Cine y cultura. Los que escriben en los periódicos y cobran por ello (algo que entre los blogueros no es muy común precisamente). Parece ser que a algunos de esos periodistas les molesta que haya personas que lo hagan sin ánimo de lucro y de forma desinteresada.
Y digo yo, que ya nos gustaría poder cobrar por nuestro trabajo a los blogueros, que, dicho sea de paso, en la mayoría de casos ponemos nuestro dinero para el transporte y para pagar las entradas. También es mi caso, y por ello hablo aquí en primera persona.
Lo peor es que haya algunos que piensen que por trabajar en un periódico son necesariamente más profesionales que alguien que trabaja POR AMOR AL ARTE. Por desgracia, no siempre los que más lo merecen son los que consiguen un puesto de trabajo en su pasión.
Yo respeto el trabajo de los periodistas, e incluso lo admiro, pero creo que ese respeto debería ser mutuo. De hecho, que sepan los periodistas que yo, como profesional y amante del medio, me informo, leo periódicos, y leo lo que ellos escriben. ¿Eso también les parece mal?
Por cierto, no sé qué pensarán esos periodistas (que tanto hablan) de aquellas personas que tienen la titulación de periodistas y que, por falta de trabajo, escriban en un blog. ¿También dejan de ser profesionales?
Y aún digo más. Dudo que esos periodistas criticones amen de verdad el Cine, porque si de verdad lo amasen deberían saber que lo mejor que le puede pasar a una película es que la gente hable de ella, sea donde sea. Los blogueros colaboramos a ello, y espero que las productoras lo tengan en cuenta.
Conclusión: pienso que aquellos que nos critican lo hacen por miedo; miedo a perder el trabajo porque alguien les supere. Y es que si tan diferentes son ellos de los blogueros, ¿qué tienen que temer? Que quieren tener ellos el monopolio de la información, pero los monopolios no suelen ser muy democráticos precisamente.
Les deseo lo mejor a todos los profesionales del Cine, tanto si son periodistas como si sin blogueros o hablan de Cine por la calle o en cualquier sitio, porque todos deberíamos tener algo en común: EL AMOR POR EL CINE.
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