Wednesday, 18 September 2013

"Balada triste de trompeta" por Alex de la Iglesia

“Un payaso con un machete. Vas a acojonar a esos cabrones.”

Madrid, 1937. Un payaso haciendo reír a unos niños en un circo. Al fondo se oyen explosiones de bombas. Entran varios militares del ejército Popular Republicano y todos los hombres son reclutados. Comienzan a luchar contra los franquistas. A los que sobreviven les obligan a trabajar para construir en la Cruz de los Caídos. Uno de los payasos le dice a su hijo que tiene que ser el payaso triste.


Así comienza “Balada triste de trompeta” o “The Last Circus” en inglés, el filme escrito y dirigido por Alex de la Iglesia en 2010. Se trata de su noveno largometraje como director, al que sucederá “La chispa de la vida” en 2011 y “Las brujas de Zugarramurdi” en 2013.


La cinta cuenta la historia de Javier, hijo y nieto de payasos, que en 1973 también decide dedicarse al mundo circense. Allí conoce a Natalia, conocida como la chica de la tela, y se enamora, pero esta está comprometida, y se siente atrapada por un amor que sabe que puede acabar con ella. Todo ello ocurre en el contexto temporal de la Guerra Civil española. “La idea era contar cómo alguien se vuelve loco porque no consigue hacer reír a los niños.”

En lo que se refiere al tema, la película trata principalmente de la comedia y la tragedia y sus límites, como afirma el propio director. Precisamente el último plano de “Balada triste de trompeta” refleja esa idea: “A mí lo que me gusta de ese plano es que se confunde la risa con el llanto, y esa es la idea general de la película”- afirma Alex de la Iglesia.



Se reviven momentos cruciales de la historia de España, como la ya mencionada Guerra Civil, la etapa del franquismo, o la muerte de Carrero Blanco; con lo cual el público que mejor entenderá el contexto histórico de la película serán los españoles o los que se hayan adentrado en la historia del país. En caso contrario, tan solo se entenderá la historia de forma superficial. Además, detrás de la trama hay un homenaje al cantante Raphael que ya se descubre en el título de la película, que coincide con el de una canción de dicho artista, quien también aparece en la película.

El guion es una de las grandes apuestas de Alex de la Iglesia en esta película, porque es lo que la hace peculiar, además de llevarla más tarde a imágenes creando un universo propio, donde reina en ocasiones la locura, lo irracional.



Los actores que conforman el reparto hacen que la película crezca. A la cabeza está Carlos Areces, que hace el papel de Javier Granados, el payaso triste. Su interpretación es profunda, ya que su personaje tiene un bagaje emocional muy duro por su pasado de infancia reprimida. Sergio es el antagonista, que es interpretado por Antonio de la Torre, cuya pareja en la película es la trapecista, Natalia (Carolina Bang). También aparecen otras grandes figuras del Cine de España como Terele Pávez, Paco Sagárzazu, Sancho Gracia o Enrique Villén, entre otros muchos. Algunos de estos ya habían participado en películas anteriores del director bilbaíno, y algunos también repetirán en la su nueva película “Las brujas de Zugarramurdi”, como Carolina Bang o Terele Pávez.



Otro aspecto técnico a destacar es la producción. Se trata de una película que supera la media en cuanto a presupuesto se refiere. Eso no solo se nota en el reparto sino también en las localizaciones. Se rodó una escena en la estación del Norte en Príncipe Pío, en el Parque de Atracciones de Madrid, en la Cruz del valle de los Caídos, los cines Luchanas, etcétera. También se rodó en la Ciudad de la Luz en Alicante, sobre todo para escenas con decorados especiales o para los cromas, pues tiene mucho trabajo de postproducción.



El figurinista, es decir, el encargado de desarrollar toda la tarea de vestuario fue el ya conocido Paco Delgado, que no solo ha trabajado en algunas de las más importantes producciones españolas sino también a nivel internacional en “Los miserables”, por ejemplo. Su trabajo en “Balada triste de trompeta” es muy notable ya que lleva mucha elaboración, pues cada personaje tiene un vestuario que de alguna forma le caracteriza.
A esto va asociado el trabajo de maquillaje y caracterización, al cual hay que dedicar un espacio en este caso por ser muy laborioso. Según el propio Antonio de la Torre, ese trabajo les llevaba dos horas y media cada mañana.



Kiko de la Rica se encargó de su especialidad, la dirección de fotografía, que a grandes rasgos se podría definir por sus colores extremadamente fríos (como la guerra) y por tener poca saturación.

“Balada triste de trompeta” consiguió dos galardones en el Festival de Cine de Venecia en las categorías de mejor dirección y mejor guion, además de ser nominada a quince premios Goya, de los que se llevó dos.

Como conclusión, cabe destacar que “Balada triste de trompeta” no es una película cualquiera sobre la Guerra Civil, ya que está retratada desde un punto de vista totalmente nuevo y con unos personajes más que peculiares; y donde se confunde la realidad con la ficción. Todo ello hace que el resultado sea algo complicado, y extraño para algunos espectadores.
“Balada triste de trompeta” es una historia circense y trágica al mismo tiempo.

“El humor es para los débiles. Si no se ríen, acojónalos.”

“¡Viva la república! ¡Viva el circo!" Balada triste de trompeta

Entradas relacionadas: Rodaje "Las brujas de Zugarramurdi"


SI TE HA GUSTADO ESTA ENTRADA, COMPÁRTELA EN FACEBOOK Y TWITTER

2 comments:

  1. En el primer fragmento dices "Todo ello ocurre en el contexto temporal de la Guerra Civil española". No es cierto, salvo el comienzo, el grueso de la peli transcurre en la posguerra o mejor en los últimos años del Franquismo.

    ReplyDelete
    Replies
    1. Gracias por la aclaración y perdona por el fallo. Siempre intento informarme lo máximo posible sobre las películas, pero alguna vez se cuela algún fallo. Un saludo.

      Delete